viernes, 20 de octubre de 2017

DÍAS DE RADIO - COMPILADO 10

BAJAR

00  -  SANDRO Y LOS DEL FUEGO - POCIÓN DE AMOR NÚMERO 9
01- LOS IRACUNDOS -BARULINHO
02 - THE BLACKSTONES - PENA
03 - LOS BRINCOS - TÚ ME DIJISTE ADIOS
04 - ERASMO CARLOS - DEIXA DE BANCA
05 - TONY VILAR - ESA ES MI CHICA
06 - LONE STAR - LYLA
07 - LOS DOLTONS - CAROLINA
08 - LOS ESPÍAS - LO QUE TU ME PUEDES DAR
09 SERGIO MURILLO POR TU AMOR NO SÉ LO QUE HAGO
10 - LOS MUSTANG - MOLINO A VIENTO
11 - ERASMO CARLOS - ESTOY HIRVIENDO
12 - LOS SHAINS - PRETTY GIRLS EVERY WHERE
13 - ANDY WILLIAMS - MUSIC TO WATCH GIRLS BY
14 - PAX - RADAR LOVE
15 - SANDRO - TRIGAL
16 - LOS IRACUNDOS -TE HE DE ENCONTRAR
17 - PALITO ORTEGA  - MARÍA
18 - ADAMO - MI GRAN NOCHE
19 - lOS GATOS - VIENTO DILE A LA LUVIA
20 - TONY RONALD - LLORÉ COMO UN NIÑO
21 - DAMIAN Y NOSOTROS -  TE ACUERDAS DE MI  
22 - LOS SHAINS - NO HAY M'AS QUE DAR

KUÉLAP...




La Fortaleza de Kuélap ubicada en la cima de una alta montaña, es considerada como uno de los más importantes conjuntos arqueológicos de sa zona selva montañosa del Perú.

Se ubica en los Andes nororientales del Perú, en la Provincia de Luya, departamento de Amazonas. construida por la cultura Chachapoyas (1100 a 1450 d.C) , en lo alto del cerro Barreta (a 3000 msnm.) sobre dos gigantescas plataformas artificiales superpuestas, con asombrosas edificaciones circulares de piedra, abarcando una superficie de 600 metros, es llamada La Fortaleza pues además de su altura está rodeada por precipicios y farallones por tres de sus lados y rodeada por una muralla de piedra de casi diecinueve metros de altura, lo que la hacía prácticamente inexpugnable.


Este maravilloso complejo arqueológico cuenta ahora con un moderno teleférico que facilita el acceso reduciendo las tres horas a caballo que antes tomaba llegar hasta el, a tan solo veinte minutos.






viernes, 22 de septiembre de 2017

LOS TEENAGERS (PARAGUAYOS

BAJAR

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA

 
El día de hoy se inicia la Primavera para el hemisferio sur del planeta, el equinoccio de Primavera empezó esta tarde, así que el día y la noche tendrán prácticamente a misma duración.

El clima se hará más benigno y todo se pondrá verde poco a poco, claro que con los cambios climáticos que estamos sufriendo nunca se sabe, pero por lo menos anímicamente nos ayuda saber que el invierno terminó y comenzó la querida primavera  :) 




























viernes, 25 de agosto de 2017

LOS TEENAGERS (PARAGUAYOS)

BAJAR

DOS CUENTOS CORTOS

AVISO

Salvador Elizondo - México, 1932-2006.

 La isla prodigiosa surgió en el horizonte como una crátera colmada de lirios y de rosas. Hacia el mediodía comencé a escuchar las notas inquietantes de aquel canto mágico.

Había desoído los prudentes consejos de la diosa y deseaba con toda mi alma descender allí. No sellé con panal los laberintos de mis orejas ni dejé que mis esforzados compañeros me amarraran al mástil.

Hice virar hacia la isla y pronto pude distinguir sus voces con toda claridad. No decían nada; solamente cantaban. Sus cuerpos relucientes se nos mostraban como una presa magnífica.

Entonces decidí saltar sobre la borda y nadar hasta la playa.

Y yo, oh dioses, que he bajado a las cavernas del Hades y que he cruzado el campo de asfodelos dos veces, me vi deparado a este destino de un viaje lleno de peligros.

Cuando desperté en brazos de aquellos seres que el deseo había hecho aparecer tantas veces de este lado de mis párpados durante las largas vigías del asedio, era presa del más agudo espanto. Lancé un grito afilado como una jabalina.

Oh dioses, yo que iba dispuesto a naufragar en un jardín de delicias, cambié libertad y patria por el prestigio de la isla infame y legendaria.

Sabedlo, navegantes: el canto de las sirenas es estúpido y monótono, su conversación aburrida e incesante; sus cuerpos están cubiertos de escamas, erizados de algas y sargazo. Su carne huele a pescado.

                                                    🌙🌙🌙🌙🌙🌙🌙🌙🌙🌙🌙


EL RAMO AZUL

Octavio Paz  - México 1998 

Desperté, cubierto de sudor. Del piso de ladrillos rojos, recién regados, subía un vapor caliente. Una mariposa de alas grisáceas revoloteaba encandilada alrededor del foco amarillento. Salté de la hamaca y descalzo atravesé el cuarto, cuidando no pisar algún alacrán salido de su escondrijo a tomar el fresco. Me acerqué al ventanillo y aspiré el aire del campo. Se oía la respiración de la noche, enorme, femenina. Regresé al centro de la habitación, vacié el agua de la jarra en la palangana de peltre y humedecí la toalla. Me froté el torso y las piernas con el trapo empapado, me sequé un poco y, tras de cerciorarme que ningún bicho estaba escondido entre los pliegues de mi ropa, me vestí y calcé. Bajé saltando la escalera pintada de verde. En la puerta del mesón tropecé con el dueño, sujeto tuerto y reticente. Sentado en una sillita de tule, fumaba con el ojo entrecerrado. Con voz ronca me preguntó:

-¿Dónde va señor?

-A dar una vuelta. Hace mucho calor.

-Hum, todo está ya cerrado. Y no hay alumbrado aquí. Más le valiera quedarse.

Alcé los hombros, musité “ahora vuelvo” y me metí en lo oscuro. Al principio no veía nada. Caminé a tientas por la calle empedrada. Encendí un cigarrillo. De pronto salió la luna de una nube negra, iluminando un muro blanco, desmoronado a trechos. Me detuve, ciego ante tanta blancura. Sopló un poco de viento. Respiré el aire de los tamarindos. Vibraba la noche, llena de hojas e insectos. Los grillos vivaqueaban entre las hierbas altas. Alcé la cara: arriba también habían establecido campamento las estrellas. Pensé que el universo era un vasto sistema de señales, una conversación entre seres inmensos. Mis actos, el serrucho del grillo, el parpadeo de la estrella, no eran sino pausas y sílabas, frases dispersas de aquel diálogo. ¿Cuál sería esa palabra de la cual yo era una sílaba? ¿Quién dice esa palabra y a quién se la dice? Tiré el cigarrillo sobre la banqueta. Al caer, describió una curva luminosa, arrojando breves chispas, como un cometa minúsculo.

Caminé largo rato, despacio. Me sentía libre, seguro entre los labios que en ese momento me pronunciaban con tanta felicidad. La noche era un jardín de ojos. Al cruzar la calle, sentí que alguien se desprendía de una puerta. Me volví, pero no acerté a distinguir nada. Apreté el paso. Unos instantes percibí unos huaraches sobre las piedras calientes. No quise volverme, aunque sentía que la sombra se acercaba cada vez más. Intenté correr. No pude. Me detuve en seco, bruscamente. Antes de que pudiese defenderme, sentí la punta de un cuchillo en mi espalda y una voz dulce:

-No se mueva , señor, o se lo entierro.

Sin volver la cara pregunte:

-¿Qué quieres?

-Sus ojos, señor –contestó la voz suave, casi apenada.

-¿Mis ojos? ¿Para qué te servirán mis ojos? Mira, aquí tengo un poco de dinero. No es mucho, pero es algo. Te daré todo lo que tengo, si me dejas. No vayas a matarme.

-No tenga miedo, señor. No lo mataré. Nada más voy a sacarle los ojos.

-Pero, ¿para qué quieres mis ojos?

-Es un capricho de mi novia. Quiere un ramito de ojos azules y por aquí hay pocos que los tengan.

Mis ojos no te sirven. No son azules, sino amarillos.

-Ay, señor no quiera engañarme. Bien sé que los tiene azules.

-No se le sacan a un cristiano los ojos así. Te daré otra cosa.

-No se haga el remilgoso, me dijo con dureza. Dé la vuelta.

Me volví. Era pequeño y frágil. El sombrero de palma le cubría medio rostro. Sostenía con el brazo derecho un machete de campo, que brillaba con la luz de la luna.

-Alúmbrese la cara.

Encendí y me acerqué la llama al rostro. El resplandor me hizo entrecerrar los ojos. El apartó mis párpados con mano firme. No podía ver bien. Se alzó sobre las puntas de los pies y me contempló intensamente.
La llama me quemaba los dedos. La arrojé. Permaneció un instante silencioso.

-¿Ya te convenciste? No los tengo azules.

-¡Ah, qué mañoso es usted! –respondió- A ver, encienda otra vez.

Froté otro fósforo y lo acerqué a mis ojos. Tirándome de la manga, me ordenó.

-Arrodíllese.

Mi hinqué. Con una mano me cogió por los cabellos, echándome la cabeza hacia atrás. Se inclinó sobre mí, curioso y tenso, mientras el machete descendía lentamente hasta rozar mis párpados. Cerré los ojos.

-Ábralos bien –ordenó.

Abrí los ojos. La llamita me quemaba las pestañas. Me soltó de improviso.

-Pues no son azules, señor. Dispense.

Y despareció.

Me acodé junto al muro, con la cabeza entre las manos. Luego me incorporé. A tropezones, cayendo y levantándome, corrí durante una hora por el pueblo desierto. Cuando llegué a la plaza, vi al dueño del mesón, sentado aún frente a la puerta.

Entré sin decir palabra.


Al día siguiente huí de aquel pueblo.

miércoles, 2 de agosto de 2017

DÍAS DE RADIO - COMPILADO 9

                                                                         BAJAR

00 - LOS DOLTONS - TEMA, EL AMOR
01 - LOS IRACUNDOS - BE BOP A LULA
02 - lOS BONNY BOYS HOTS - TU REGRESO
03 - LOS OVNIS - MUCHACHA
04 - SANDRO Y LOS DEL FUEGO - ANOCHECER DE UN DÍA AGITADO
05 - PAT HENRY Y LOS DIABLOS AZULES - BÚSCAME Y ME ENCONTRARÁS
06  LOS BLUE SPLENDORS - DIOS MIO CONTÉSTAME
07 - LOS BRINCOS - NADIE TE QUIERE YA
08 - E L DUO DINÁMICO - BALADA GITANA
09 - FREDDY SOLO - DOS GUITARRAS
10 - LOS BEAT 4 - LLORA CONMIGO
11 - LOS MITOS - MIRAME
12 - MASSIMO RANIERI  - SI ARDIERA LA CIUDAD
13 - SANDRO - DAME FUEGO
14 - LOS ÁTOMOS - NO SÉ POR QUÉ
15 - YACO MONTI - VANIDAD
16 - POLO - AMAME POR FAVOR
17 - ROBERTO CARLOS - DESENCADENA MI CORAZÓN
18 - FÓRMULA V - CUENTAME COMO TE HA IDO
19 - TEMPO 6 - NO TE VAYAS
20 - THE VENTURES - SPUTNIK
21 - EL DÚO DINÁMICO - AMOR AMARGO
22 - LOS JAIVAS - TODOS JUNTOS

QUSI KANCHA - CUSCO (2)